jueves, 12 de noviembre de 2015

LA CONQUISTA

Conquista del “desierto” en el Sur de CABA

Tiene similitud con la emprendida por el gobierno argentino desde 1833 en adelante para extender y consolidar sus líneas de fronteras hacia el Sur de la Provincia de Buenos Aires, conducida en un primer momento por Juan Manuel de Rosas catapultándose a la gobernación, continuándola  Avellaneda con su ministro de guerra Adolfo Alsina, hasta finalizar en 1885 incorporando el espacio patagónico y proyectando como presidente del Estado Argentino así consolidado, al Gral. Julio Argentino Roca último artífice.

En el caso de CABA, el brazo ejecutor o fuerza operativa es la Policía Metropolitana, pero no sale de su cuerpo quien se proyecta políticamente, si lo hace su mentor, el Ingeniero Mauricio Macri, jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) desde diciembre del 2007 a la fecha, quien  usó como trampolín para ganarse la simpatía de los vecinos del sur, al Club Atlético Boca Juniors, presidiéndolo desde 1995 al 2007.

El botín de guerra en ambas conquistas fue y es “la tierra”, incrementando considerablemente el patrimonio de quienes entran en la repartija, distribuyéndola en forma proporcional a los montos aportados para financiar la “campaña”, en el 1800 se anotaron los Martinez de Hoz, Anchorena, Pereyra Iraola, Alzaga Unzue, Luro,  Menendez, hoy los Techint, Irsa, Caputo, usando incluso testaferros como los Cocuzza. Los títulos de propiedad de las tierras ganadas en la primera datan del 1900 en adelante, en esta segunda seguramente se verán reflejados en los cambios de titularidad de dominio a partir del 2007.


Los teóricos de la modernización  consideran el territorio a ganar “desierto”, invisibilizando a quienes lo habitan, al no existir, carecen de valor, (recordar al asesino Jorge Rafael Videla como definía a los 30.000 compañeros “desaparecidos”, como que no están, no existen), el principal agente de la rápida extinción de los aborígenes fue la persecución despiadada y sin tregua que les hicieron los estancieros, por medio de peones ovejeros quienes, estimulados y pagados por los patrones, los cazaban sin misericordia a tiros de winchester o los envenenaban con estricnina, para que sus mandantes se quedaran con los campos por ellos ocupados. Se llegó a pagar una libra esterlina (el tipo de moneda delata quien aporta la inteligencia) por par de orejas de indios, al aparecer con vida algunos desorejados, se cambió la oferta: una libra por par de testículos". Las enfermedades contraídas por el contacto con los blancos, la pobreza y el hambre aceleraron la mortandad de los indígenas patagónicos sobrevivientes.
En el “desierto” del sur de CABA vemos como se desalojan e incendian  conventillos, inquilinatos,  en forma recurrente, quedando numerosas familias en situación de calle, suele haber víctimas fatales que por lo general son niños, también hay zonas liberadas, aumento de muertes violentas, gatillo fácil, los chicos y jóvenes de los barrios son quienes aportan las orejas o los testículos. Todo vale,  desfinanciamiento de los hospitales públicos con aumento de mortalidad infantil, limpieza de pobres en las calles en manos de la patota institucionalizada UCEP , reemplazada por Ambiente y Espacio Público que ya no los muelen a palos, ni les prenden fuego sus pertenencias sino le tiran agua a manguerazos, así la temperatura ambiente sea bajo cero.
El eje ideológico sigue siendo el mismo, “civilización o barbarie”, la primer campaña no solo diezmó a los pueblos originarios, sino también lo hizo con “el gaucho”, habitante semi-nomade de las llanuras pampeanas, con autonomía personal considerable, usando para ello la libreta de conchabo y ley de levas, en esta segunda nos va la vida a nosotros los “barbaros” del FPV para lograr abortarla e impedir que Mauricio Macri, con los globitos de colores y/o espejitos logre extender las fronteras a todo el país.


Abrazo peronista

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