Conquista del “desierto” en el Sur de
CABA
Tiene similitud con la emprendida por
el gobierno argentino desde 1833 en adelante para extender y consolidar sus
líneas de fronteras hacia el Sur de la Provincia de Buenos Aires, conducida en
un primer momento por Juan Manuel de Rosas catapultándose a la gobernación, continuándola
Avellaneda con su ministro de guerra
Adolfo Alsina, hasta finalizar en 1885 incorporando el espacio patagónico y proyectando
como presidente del Estado Argentino así consolidado, al Gral. Julio Argentino
Roca último artífice.
En el caso de CABA, el brazo ejecutor
o fuerza operativa es la Policía Metropolitana, pero no sale de su cuerpo quien
se proyecta políticamente, si lo hace su mentor, el Ingeniero Mauricio Macri,
jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) desde diciembre
del 2007 a la fecha, quien usó como
trampolín para ganarse la simpatía de los vecinos del sur, al Club Atlético
Boca Juniors, presidiéndolo desde 1995 al 2007.
El botín de guerra en ambas conquistas
fue y es “la tierra”, incrementando considerablemente el patrimonio de quienes
entran en la repartija, distribuyéndola en forma proporcional a los montos
aportados para financiar la “campaña”, en el 1800 se anotaron los Martinez de
Hoz, Anchorena, Pereyra Iraola, Alzaga Unzue, Luro, Menendez, hoy los Techint, Irsa, Caputo, usando
incluso testaferros como los Cocuzza. Los títulos de propiedad de las tierras
ganadas en la primera datan del 1900 en adelante, en esta segunda seguramente
se verán reflejados en los cambios de titularidad de dominio a partir del 2007.
Los teóricos de la modernización consideran el territorio a ganar “desierto”,
invisibilizando a quienes lo habitan, al no existir, carecen de valor, (recordar
al asesino Jorge Rafael Videla como definía a los 30.000 compañeros “desaparecidos”,
como que no están, no existen), el principal
agente de la rápida extinción de los aborígenes fue la persecución despiadada y
sin tregua que les hicieron los estancieros, por medio de peones ovejeros
quienes, estimulados y pagados por los patrones, los cazaban sin misericordia a
tiros de winchester o los envenenaban con estricnina, para que sus mandantes se
quedaran con los campos por ellos ocupados. Se llegó a pagar una libra
esterlina (el tipo de moneda delata quien aporta la inteligencia) por par de
orejas de indios, al aparecer con vida algunos desorejados, se cambió la
oferta: una libra por par de testículos". Las enfermedades contraídas por
el contacto con los blancos, la pobreza y el hambre aceleraron la mortandad de
los indígenas patagónicos sobrevivientes.
En el “desierto” del
sur de CABA vemos como se desalojan e incendian conventillos, inquilinatos, en forma recurrente, quedando numerosas
familias en situación de calle, suele haber víctimas fatales que por lo general
son niños, también hay zonas liberadas, aumento de muertes violentas, gatillo
fácil, los chicos y jóvenes de los barrios son quienes aportan las orejas o los
testículos. Todo vale, desfinanciamiento
de los hospitales públicos con aumento de mortalidad infantil, limpieza de
pobres en las calles en manos de la patota institucionalizada UCEP , reemplazada
por Ambiente y Espacio Público que ya no los muelen a palos, ni les prenden
fuego sus pertenencias sino le tiran agua a manguerazos, así la temperatura
ambiente sea bajo cero.
El eje ideológico
sigue siendo el mismo, “civilización o barbarie”, la primer campaña no solo diezmó
a los pueblos originarios, sino también lo hizo con “el gaucho”, habitante
semi-nomade de las llanuras pampeanas, con autonomía personal considerable, usando
para ello la libreta de conchabo y ley de levas, en esta segunda nos va la vida
a nosotros los “barbaros” del FPV para lograr abortarla e impedir que Mauricio
Macri, con los globitos de colores y/o espejitos logre extender las fronteras a
todo el país.
Abrazo peronista
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